martes, 3 de enero de 2017

La marcianización de Marte

Todo parece indicar que el agua una vez recorrió la superficie de Marte, sin embargo, solo se han podido encontrar huellas de su presencia, aquí se revelan alguna de las más recientemente descubiertas en esta nueva carrera espacial con rumbo a Marte. 

Desde que el ser humano pisase la Luna en 1969 no ha vuelto a pisar suelo extranjero. No obstante, hoy estamos ante un nuevo sueño cósmico, pisar Marte, nuestro vecino y solitario planeta. Marte está muy de moda hoy, pero dicha moda viene de lejos. La primera sonda explorar Marte fue lanzada por la URSS en 1960 y desde entonces se han lanzado casi 40 sondas para obtener información sobre nuestro rojo hermano menor. La última fue el Curiosity lanzada en 2011 por EE.UU.  

Disponemos de mucha información sobre Marte, pero cuando parece que damos un paso adelante aparecen nuevas y más complejas preguntas. Los últimos datos enviados por el Curiosity desde el cráter Gale revelan que en su superficie existe boro. Un elemento químico que suele estar asociado a sitios donde se ha evaporado mucha agua. También, ha encontrado oligistos, un tipo de mineral, cuya formación en la Tierra está asociada con ambientes acuosos.  Estos datos demuestran que nuestro hermano pequeño del Sistema Solar contuvo una vez y durante mucho tiempo agua líquida, lo que implica que hubo un sistema dinámico de movimientos e intercambios de elementos y electrones promovidos por el agua, es decir existió complejidad química  ¡Y esto es bueno para la vida!

El cráter Gale es el centro de las miradas de aquellos que tienen como horizonte la superficie marciana, debido a que allí hubo una vez un lago con todos los ingredientes químicos y la energía necesarios para la vida.  Además de, unas condiciones medioambientales apropiadas para ello, con unas temperaturas más cálidas, y agua líquida posiblemente entre 0 y 60 ºC de temperatura y un pH neutro o alcalino. En consecuencia, cada vez nos es más difícil negar que en Marte una vez hubo vida.

Una vez hubo agua, una vez, quizás, hubo vida en Marte, pero, sin embargo, ahora parece ser un vasto desierto, como si la inmensa soledad y el eterno silencio del universo lo hubiesen congelado convirtiéndolo en un enorme monolito, que como los que tenemos en la tierra construidos por nosotros mismos en otro tiempo, jamás deja de suscitarnos preguntas.

La marcianización de Marte. http://www.neoteo.com/plan-para-terraformar-marte

¿Qué hizo que el agua líquida desapareciese?
Esta sería la primera pregunta que vendría a nuestras mentes. Una de las hipótesis más probables lo explica diciendo que el viento solar fue capaz de arrancar la atmósfera del planeta debido a la desaparición de la magnetosfera, un campo magnético que sirve como escudo frente a la radiación espacial, 500 millones de años después de su formación. Pero, qué puede hacer que una magnetosfera desaparezca de la noche a la mañana. Esta pregunta hoy en día sigue siendo una incógnita. 

La Tierra también posee una magnetosfera que protege a la atmósfera y a todos nosotros de la radiación espacial y del viento solar. El origen de esta capa se encuentra en el movimiento del núcleo de hierro presente en el centro de nuestro planeta formado hace tan solo entre 1000 y 1500 millones de años, lo que supone que la Tierra estuvo unos 3000 millones de años sin núcleo interno y, por tanto, sin campo electromagnético protector. Esto nos lleva a pensar que el origen de la magnetosfera marciana se encontraba también en un núcleo de hierro en el centro del planeta, ¿qué hizo que el núcleo se detuviese o desapareciese dejando de generar el campo electromagnético? 

Muchas preguntas que de momento no podemos responder y ante esta ignorancia, un miedo puede momentáneamente asolar nuestro corazón, ¿puede sufrir la Tierra ese mismo destino, convirtiéndose en un desierto de polvo, hielo y muerte? No viviremos para contarlo, pero, ¿vivirá la Tierra para sufrirlo? Ante las catastróficas consecuencias de nuestro estilo de vida, buscar entre las estrellas un nuevo hogar, mientras consumimos hasta la destrucción el nuestro dice mucho de cuáles son nuestras perspectivas e intenciones: colonizar, consumir y huir. No podemos ni debemos ponerle freno a la curiosidad de responder a las grandes preguntas cuyas respuestas están fuera de nuestro mundo, pero ante la peor crisis ambiental de nuestro tiempo o tal vez de todos los tiempos, ante la sexta extinción masiva de la historia de nuestro planeta, es a éste al que debemos volcar nuestros esfuerzos, nuestras miradas y nuestros corazones. Nosotros somos la amenaza inminente a la vida en la Tierra, pero también somos los únicos capaces de salvarla.  No estamos a disposición de terraformar Marte, pero sí de marcianizar la tierra.

Para más información:




No hay comentarios:

Publicar un comentario