sábado, 31 de diciembre de 2016

Bienvenidas y bienvenidos a Razón Contra Quimera

Bienvenidos y bienvenidas a otro blog sobre ciencia, un blog que tratará de eliminar la frialdad característica y mostrar la pasión que despierta en las gentes de ciencia. Compartir conocimiento y también la magia que le es inherente. Aquí la magia se arma de razón para luchar contra la monstruosa quimera.


Perseo luchando contra la quimera en la película Furia de Titanes 2. 


Según la DRAE, el conocimiento es la acción y el efecto de conocer. Causa y consecuencia de un proceso que es inherente a nuestra propia vida, pero que, sin embargo, abarca y afecta mucho más que a nuestras vidas. Debemos entender que el conocimiento es un proceso extremadamente dinámico porque está marcado por el devenir histórico, entendiéndolo, irremediablemente, como un proceso colectivo en el que intervienen todos los sectores de ese momento y del pasado, y que marcan, irreversiblemente, el conocimiento futuro. En consecuencia, podemos decir que el proceso del conocimiento es un proceso ante todo colectivo, cuya necesidad, objetivos y consecuencias radican en el futuro y cuya obligación está en todos y todas. Tenemos la responsabilidad de comprender el conocimiento pasado, de crear nuevo conocimiento y, sobre todo, de analizar y criticar todo ese conocimiento. Es este el paso esencial, para que el infinito camino del conocimiento avance, lento pero inexorable, hacia el mañana. 

En este blog, se tratará un tipo de conocimiento que evoluciona y crece con el resto de conocimientos, el científico. No tengo duda de que muchos y muchas que han leído hasta aquí han hecho la asociación de ciencia y conocimiento, de manera excluyente, luego errónea. La ciencia es, sin duda, una gran creadora de conocimiento, pero no es ni mucho menos la única. Puesto que la ciencia y el conocimiento en sí, son engendrados por la cultura, madre de todas las artes y las ciencias. Y como en las artes, en la ciencia también es esencial la participación consciente y masiva de la sociedad. Porque del mismo modo que la sociedad no podría seguir desarrollándose sin el conocimiento científico, la ciencia no puede avanzar correctamente sin la crítica seria de la sociedad. Pues, de otro modo, se corre el riesgo de repetir errores pasados, como dijo Richard Pawson:  

"La ciencia más peligrosa es aquella que está restringida al dominio de los expertos."

Sé, sabemos, que la ciencia es, en general, difícil de asimilar fuera del propio campo científico y que esta complejidad, aburre, desespera y hace que se pierda el interés. También, sé, sabemos, que a una parte de la sociedad no se siente atraída por la ciencia ni su conocimiento, aunque si la apoyen y comprendan su importancia, pero esto no es suficiente, porque necesitamos a cada persona de este país, de este mundo. Porque la ciencia no es para nosotros ni nosotras sino para ellos y ellas, porque el conocimiento no nos pertenece, pues siempre ha sido universal, porque los grandes beneficios de la ciencia deben ser para la humanidad, porque es ella y no nosotros y nosotras, la que debe marcar la necesidad eterna e incasable de la ciencia. Porque, como dijo Louis Pasteur,
“la ciencia no tiene patria, porque el saber es patrimonio de la humanidad”
Al fin y al cabo, la ciencia se lo debe todo a la humanidad, y como tal, debe responder únicamente a su interés y al del conocimiento. 

Otros, y esta vez, no sé si muchos o pocos, cuestionarán el avance del conocimiento científico, argumentando que vamos de error en error y que al final, todo es mentira y que, por tanto, no hay tanta utilidad en la ciencia. A estas personas, también las necesitamos. Y tenemos que convencerlos, de que esa es la única forma de avanzar para la ciencia, para las personas y para la sociedad. Pues, avanzar es aprender de los errores, admitirlos, criticarlos, corregirlos si se puede o destruir el conocimiento que sustentaban. Avanzar es caer y volver a levantarse. La ciencia es como la vida misma desarrollándose siempre en una única dirección, pero ¿acaso hay otra forma de avanzar que no sea de error en error? ¿Tendría sentido la ciencia si desde el primer momento todo fuera verdad irrefutable? No, ¿verdad? 

Podemos considerar como error un conocimiento científico o el conocimiento científico debe entenderse como verdades relativas, no por ello menos verdades. Verdades que deben interpretarse en su momento y contextos históricos y que son conocimientos ciertamente aplicables y demostrables en el estado de las técnicas y de las ciencias en ese momento y contexto. Cuando la técnica y la ciencia progresan, y así deseamos que lo hagan por mucho tiempo, necesariamente, cambia el conocimiento.
 “La ciencia será siempre una búsqueda, jamás un descubrimiento real. Es un viaje, nunca una llegada”, Karl Raimund Popper.

¿Qué es la ciencia? La ciencia (del latín scientia “conocimiento”) es el conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables experimentalmente (DRAE). Como diría Unamuno y como nos hace sentir esta definición,
 "la ciencia es un cementerio de ideas muertas, aunque de ellas puede salir vida"
Es innegable la necesaria objetividad de la ciencia para tratar de definir el mundo que nos rodea de una forma lo más cercana a la realidad posible. Sin embargo, detrás de toda la ciencia hay personas, que sentimos un poderoso anhelo, a veces incontrolable, por conocer la verdad objetiva en la que vivimos y la que nos moldea. Una verdad que es transformadora y transformada en una relación permanente y pasional entre verdad e interprete. Luego, parafraseando a Stephen Hawking 
"la ciencia no es solo una disciplina de razón, sino también de romance y pasión".
Y es esta visión cálida, sencilla, pasional y humana del conocimiento científico de diferentes ámbitos la que trataré de transmitir en este blog.